El marido de Bad Bad no podía creer lo que estaba presenciando. Su esposa, la mujer con la que se casó, la madre de sus hijos, estaba siendo follada por otro hombre delante de sus propios ojos. La vista era a la vez estimulante y humillante, y no pudo evitar sentir una mezcla de emociones.
Pero mientras miraba, no pudo evitar notar la forma en que estaban jodiendo a Bad Bad. Su cuerpo se retorcía y contorsionaba de una manera que él nunca había visto antes, y sus gemidos y jadeos eran como música para sus oídos.
El hombre que se la estaba follando era un asiático alto y musculoso con una polla que parecía tallada en piedra. La estaba golpeando con una ferocidad que no dejaba dudas sobre sus intenciones.
El marido de Bad Bad no pudo evitar sentir una punzada de celos y deseo. Siempre había sido un poco mojigato cuando se trataba de sexo, pero ver cómo follaban a su esposa de esta manera lo ponía más cachondo que nunca.
El hombre continuó golpeándola, y los gemidos de Bad Bad se hicieron más fuertes y frenéticos. Se agachó y empezó a jugar con su clítoris, y su marido pudo ver la forma en que estaba su cuerpo.
