Una revisión de cuentas con Lexi Luna y Juan Loco

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Lexi Luna, una mujer hermosa y segura de sí misma, trata de mantenerse organizada y al día con sus finanzas. Decide contratar a Juan Loco, un contador bien calificado que es algo torpe en su trato con ella. A pesar de su incomodidad inicial, Lexi decide aprovechar la situación en su propio beneficio, sin dejar en ningún momento de tomar las riendas de la situación.

Cuando Juan revela tímidamente que tiene experiencia con mujeres, Lexi se lo toma como un desafío personal y lo pone en su lugar. Así que se disculpa un momento y va a su habitación para ponerse un conjunto de lencería negra de seda, un conjunto de sujetador y tanga a juego junto a unas medias con liguero. Al volver, se encuentra a Juan, que ha estado trabajando diligentemente sin saber que Lexi planea poner a prueba sus habilidades en otro ámbito.

Lexi le insinúa que la seduzca, pero él parece estar demasiado asustado para avanzar. Así que decide tomar el control y, agarrándolo de las manos, guía a Juan hasta colocarlas en su pecho. Luego, apartándose el tanga, frota su entrepierna contra el rostro de Juan, permitiendo que él demuestre su habilidad con la lengua. Lexi se deleita con el placer que siente, pero quiere más y mucho más. Así que, con Juan aún temblando, ella se arrodilla y le quita los pantalones para empezar a absorber su pene erecto mientras se masturba con una mano.

Jean localizado en el cielo mientras Lexi se encarga de todo, pero claramente ella tiene otros planes y lo guía hasta la silla. Le sube el vestido por encima de la cabeza y le baja los bóxeres para montarla y comenzar a montar su polla dura como una piedra. Se queda allí, tirando de su melena rubia, excitada, antes de dar media vuelta para montar su rabo en sentido contrario. Está a punto de llegar al clímax, pero aún no ha terminado con él. Así que se inclina hacia atrás y le permite follarse mientras se masturban sus melones naturales.

Juan finalmente explota dentro de Lexi que se acuesta en su regazo, jadeando y sudoroso, disfrutando de las últimas sensaciones de placer que aún recorren su cuerpo. Al final, Lexi sugiere que tal vez necesiten otra sesión mañana, pero por ahora, disfrutan del momento que han compartido juntos.