Riley Mitchell y Max Romano follan en el vestuario

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Lalocker room se convirtió en el escenario de una intensa sesión de sexo hardcore entre dos universitarios, Riley Mitchell y Max Romano. Los dos jóvenes se encontraban en el vestuario después de un arduo entrenamiento de fútbol americano, cuando comenzaron a mirarse mutuamente y a compartir lujuriosas insinuaciones. La tensión sexual era evidente, y pronto esos miradas pasaron a caricias y a un húmedo sexo oral.

Riley, con su cabello rubio y su brazos fuertes y tonificados por años de entrenamiento, fue el primero en bajar sus pantalones y mostrar su impresionante polla ya dura y lista para la acción. Max, con su cabello oscuro y sus ojos verdes, no perdió el tiempo y comenzó a chuparla avidamente, mientras acariciaba sus huevos con una mano y se tocaba su propia polla con la otra.

La situación se puso más intensa cuando Riley comenzó a follar la boca de Max con violencia, mientras este gemía de placer y se comía cada centímetro de la polla de su compañero. Sus bocas se llenaron de saliva y precum, mientras las gemidos se escuchaban por todo el vestuario. La temperatura en la habitación subió de golpe y los dos universitarios se desnudaron completamente, mostrando sus cuerpos musculosos y sudorosos.

Riley, ya completamente desnudo, se acostó en uno de los bancos y Max se acercó para tomar su polla y meterla en su boca hambrienta. Ambos gimieron de placer, mientras Max movía su cabeza arriba y abajo por la dura polla de Riley, lamiendo y succionando cada centímetro de su piel.

Ahora era el turno de Riley para disfrutar del culo de Max y este le ofreció su trasero perfectamente formado y tentador. Riley se puso detrás de él y comenzó a lamer y mordisquear sus cachetes, mientras metía sus dedos en su ano y empezaba a prepararlo para una intensa carrera de caballo. Max gemía cada vez más fuerte, mientras su culo se abría y se cerraba, pidiendo por más polla.

Riley no se hizo de rogar y se posicionó detrás de Max, con su polla en la entrada de su culo. Con una embestida fuerte y rápida, entró en él, haciéndolo gritar de placer y dolor. Max estaba siendo follado como nunca antes, mientras Riley se movía dentro y fuera de él, con una fuerza y pasión increíbles.

Los sonidos de sus cuerpos chocando y de sus gemidos llenaban el vestuario, mientras Max se corría en sus manos y Riley seguía follando su culo con voracidad, hasta que finalmente se corrió dentro de él, llenándolo con su semen caliente.

Al final de la sesión, ambos se quedaron jadeando y sonriendo, satisfechos por haber disfrutado de una de las experi