Tan pronto como la vi con su traje de cosplay xxx, mi polla se movió de emoción. Su cabello largo y rosado caía en cascada por su espalda mientras giraba y posaba para la cámara. Pero no pude evitar imaginar cómo se veía su cuerpo debajo de ese traje ajustado y revelador.
La seguí hasta su dormitorio, donde se desnudó con entusiasmo hasta quedarse con su sujetador de encaje rosa y sus bragas a juego. Mis ojos devoraron su figura perfecta, desde sus turgentes tetas hasta su culo redondo y regordete. Ella me hizo una seña para que me acercara y no pude resistirme.
Nos besamos apasionadamente, nuestras lenguas se entrelazaron mientras exploramos los cuerpos del otro. Pasó sus dedos por mi cabello mientras yo mordisqueaba su cuello, dejando un rastro de chupetones a su paso.
De repente, me empujó sobre la cama y se sentó a horcajadas sobre mí, con su culo flotando a sólo unos centímetros de mi palpitante polla. Se inclinó y me besó profundamente, sus manos recorriendo mi cuerpo mientras apoyaba sus caderas contra las mías.
Gemí cuando ella se apartó, revelando su coño rosado e hinchado. Ella se burló de mí con él, frotándolo contra mi cara e inhalando mi aroma almizclado. Luego se bajó sobre mi polla, gimiendo al sentir que estiraba su estrecho agujero.
Comenzamos a movernos juntos, nuestros cuerpos entrelazados en una frenética danza de placer. Ella apretó sus caderas contra las mías, sus tetas rebotaban con cada embestida. No pude evitar mirarla mientras me montaba, sus ojos fijos en los míos mientras gemía de éxtasis.
Sus gemidos se hicieron más fuertes y desesperados a medida que se acercaba al clímax. Ella gritó mi nombre mientras se corría, su cuerpo temblaba de placer. No pude contenerme más y exploté dentro de ella, llenándola con mi semen caliente y pegajoso.
Nos desplomamos en la cama, agotados y satisfechos. Ella se volvió hacia mí, con una sonrisa maliciosa en su rostro. «Eso fue increíble», ronroneó. «Pero tengo una sorpresa para ti.»
Ella me llevó a la cámara de video y miramos las imágenes de nuestro apasionante encuentro. No podía creer lo atractivos que nos veíamos juntos, follando asta que me corro dentro de ella.
