Madura resbaladiza juega a faltar al trabajo para ser follada

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Esta historia cuenta la narrativa de cómo una mujer madura y resbaladiza decide jugar a faltar al trabajo solo para dejarse llevar por la pasión y ser penetrada sin piedad por el duro y ansioso miembro de un joven estudioso. La escena inicia con la MILF en la cocina de su casa, sintiendo la necesidad de saltarse el trabajo y consentirse un rato de placer. Lleva un conjunto de lencería negro de encaje que revela sus curvas y su cuerpo experimentado. Sus pechos grandes y suculentos son una tentación irresistible para el joven, que está sentado en el sofá de la sala de estar, estudiando para un examen importante. Ve a la MILF acercarse hacia él con una mirada seductora en sus ojos.

La MILF se acerca al joven estudioso y comienza a acariciar su cabello mientras le susurra al oído que hoy no irá al trabajo, en cambio jugará con él. El joven, sorprendido y excitado, deja caer sus libros y se levanta del sofá. La MILF se arrodilla frente a él y le desabrocha el pantalón, liberando su miembro erecto y deseoso de atención. Comienza a chuparlo y lamerlo con ansias, mientras el joven jadea y le agarra la cabeza para tener más control.

La MILF se pone de pie y se quita la lencería, revelando su cuerpo desnudo y deseoso. El joven se acerca y comienza a tocarla por todas partes, mientras ella gime y se retuerce de placer. Él la agarra y la lleva hasta la mesa de la cocina, donde la coloca en cuatro patas y comienza a penetrarla con fuerza mientras ella clava los ojos en él y pide más. El sonido de sus cuerpos chocando llenan la habitación mientras ambos disfrutan de la follada.

El joven estudioso siente que está a punto de correrse y decide sacar su pene de la vagina de la MILF y masturbarse frente a ella. La mujer se acerca y comienza a chupar su miembro nuevamente, mientras él se masturba con fuerza y le ruega que no pare. Finalmente, el joven estudioso llega al orgasmo y eyacula sobre la cara de la MILF, que sonríe complacida mientras saborea el semen con avidez.

La escena termina con la MILF arrodillada en la cocina, mientras el joven se viste y se va a continuar con sus estudios. La mujer se queda allí, satisfecha y exhausta, sabiendo que ha disfrutado de un momento de pasión y placer que no olvidará en mucho tiempo.