La cantante de país tatuada intenta un acuerdo caliente con el chico
4Sophia Locke, una pelirroja tatuada con curvas deslumbrantes y una voz que promete, está decidida a dejar su huella como cantante de country. Hoy, tiene una cita clave en la casa de Lucky Fate, una oportunidad única para unirse a una gira musical y demostrar su talento. La entrevista promete ser más que una simple charla.
Lucky Fate, un tipo alto y musculoso, le hace una propuesta directa a Sophia. Viajar en la estrecha concurrencia del bus de gira requerirá una convivencia íntima, ventanas casi cerradas y un ajuste perfecto. Podrías necesitar estar muy cerca de mí, le dice con cara de seguro de sí mismo. Sophia, desde su naturaleza lesbiana, no planeaba sexo alguno en la gira pero reevalúa la oferta por ingresar al grupo, mas si es, siendo clara, que RAID tenía la libertad de decidir si pasar la prueba con el tipo sexy de una banda o no. La cantante, de moral en peligro, o todo lo contrario; como los músicos, le dice No hay problema, haremos que funcione, dejando claro el motivo de que se sienta confiada.
Sin más preámbulos, comienzan a explorar su compatibilidad física en la cómodidad del sofá de Lucky. Sus cuerpos se entrelazan en un juego de seducción y deseo, donde las caricias y los besos apasionados la llevan a profundas aspiraciones.
Sophia decide tomarlo por sorpresa, quiere probarlo primero con su boca, y al momento de tener el pene en su la boca, decide no parar y hacer una felación con su garganta hasta que el tipo se moje. Aunque era tímida sexualmente la noche anterior, Lucky no se quejó en lo absoluto.
Sintiéndose suficientemente excitado con sus profestas de culo grande y aplicaciones del grado oral, Lucky Fate decide que es tiempo de penetrarla en cualquier grado, y decide probar comprarla hasta el tope vaquerita loca.
Sophia, una vaquera improvisada, se posiciona a horcajadas sobre él, sintiendo el gran calor de Lucky por primera vez. Aunque es evidente que para LOS artistas LGBTQIApor así decirlo de forma sencillahay ocasiones en las cuales la recompensa y la mezcla sexual son tan inevitables como el azúcar y el café mejor cuando mezclados. Comienza a montarlo con movimientos suaves pero enérgicos, disfrutando del placer despues de haberla penetrado profundamente. Dame más fuerte, le pide con un gemido que resuena en sus oídos, tras buscar el orgasmo después de un polvo al aire libre. El técnicos del lugar solo se quedó viendo en el momento apropiado, para poder arreglar al sinverguenza con la impredecible pelirroja.


 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	
 
																	 
																	 
																	 
																	 
