Jovencita, la sensual latina, se encontraba sola en su casa, el escenario perfecto para satisfacer sus deseos más íntimos. Se quitó los vaqueros ajustados y dejó que sus dedos se deslizaran sobre su piel suave y bronceada. Respiró profundamente, saboreando el aroma de su propia excitación.
Se dirigió al sofá, con los ojos fijos en el consolador grueso y venoso que yacía sobre la mesa de café. Jovencita podía sentir su coño palpitar de excitación mientras alcanzaba el juguete. Pasó los dedos por el material suave y sedoso, saboreando la sensación del cristal frío contra su piel.
Ella abrió las piernas y su corazón se aceleró con anticipación. Insertó el consolador en su coño y sintió que estiraba sus apretadas paredes. Ella gimió suavemente mientras comenzaba a mover sus caderas, el consolador se deslizaba dentro y fuera de ella con facilidad.
La mente de Jovencita estaba consumida por la lujuria mientras imaginaba la sensación de la polla de un hombre dentro de ella. Cerró los ojos, permitiendo que sus fantasías tomaran el control. Se imaginó a un hombre alto y musculoso, con las manos agarrando sus caderas mientras golpeaba su polla contra ella. Podía sentir su aliento caliente en su cuello, su lengua áspera lamiendo su oreja.
Sus dedos encontraron su camino hacia su clítoris y comenzó a frotarlo con movimientos circulares. Ella gimió fuertemente cuando su cuerpo comenzó a temblar de placer. Podía sentir su coño apretándose alrededor del consolador, la sensación de que pulsaba dentro de ella.
De repente, escuchó un golpe en la puerta. Su corazón se aceleró mientras se preguntaba quién podría estar allí. Dudó por un momento, pero su curiosidad se apoderó de ella. Caminó hacia la puerta, con el corazón latiéndole con fuerza en el pecho.
Cuando abrió la puerta, entró un hombre con los ojos fijos en ella. Era alto, moreno y guapo. El corazón de Jovencita dio un vuelco al darse cuenta de que su fantasía se había hecho realidad.
El hombre se acercó a ella y le tomó la cintura con las manos. La atrajo hacia él y sus labios se encontraron con los de ella en un beso apasionado. Podía sentir su lengua explorando su boca y gimió suavemente mientras se toca el coño mojado.
