Acceso gratuito a la piscina cambiando por un sodomita

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En un día de calor, Leo optó por un enfoque único para disfrutar de la piscina de su vecindario. Las normas habituales requerían de un acceso costoso, pero Leo tenía un plan diferente en mente. Se encontró cara a cara con Dolf, el musculoso guardia de seguridad de la piscina, y le propuso un trato que sería difícil de resistir. Leo ofreció sumergirse en un polvo fuerte y apasionado con Dolf, a cambio de un acceso gratuito a la piscina. Con una sonrisa pícara en su rostro, Dolf aceptó sin pensarlo dos veces.

Sin perder tiempo, Leo y Dolf se desvistieron y empezaron a explorar sus deseos más profundos. Sus cuerpos eran un espectáculo a la vista, con músculos tensos y sudor pegajoso que resbalaba por sus pezones erectos. Leo se arrodilló y empezó a lamer la polla dura de Dolf, mientras este gemía de placer. Cuando el guardia de seguridad estaba a punto de correrse, Leo se puso de pie, dándole la espalda y ofreciendo su culo apretado para que Dolf lo penetrara. El guardia de seguridad se aseguró de darle duro y sin piedad, apretando su culo con fuerza mientras embestía con fuerza en su interior.

La lujuria llenó el aire, mientras ambos hombres se dejaron llevar por el placer de sus cuerpos. Los testículos de Dolf se apretaron y se tensaron, mientras bombeaba su semen caliente en el interior de Leo. Los gemidos de ambos hombres resonaron en el ambiente, mezclándose con el sonido del agua de la piscina que los esperaba.

Finalmente, exhaustos y satisfechos, Leo y Dolf salieron del sótano de la piscina y se zambulleron en el agua fresca. Leo disfrutó de su acceso gratuito a la piscina, mientras Dolf se preguntaba cuándo podría volver a ser elceptor de esa generosa oferta de Leo. La seducción había sido un éxito, pero el orgasmo final había sido inolvidable.