Disfruta de una apasionada follada entre novios en casa
1Alice Klay y su novio planeaban ir al cine aquella noche. Alice se vestía elegantemente para la ocasión, con un hermoso vestido corto que resaltaba su figura. Cuando estuvo lista, fue a buscar a su chico. Lo encontró sentado en el sofá, navegando en su teléfono. Alice se acercó, lo besó en la mejilla y le dijo que era hora de irse al cine, pero él seguía distraído con su celular. Ella se acercó más y le preguntó qué estaba haciendo. Él rió tímidamente y le confesó que en realidad no tenía ganas de ir al cine, sino que prefería quedarse en casa y hacer el amor con ella. Alice se sorprendió, pero también se sintió excitada ante la propuesta.
Ambos discutieron sus planes por un rato, pero el deseo del chico por el cuerpo de Alice y su erección visible en su pantalón hizo que ella cediera. Al ver su erección, ella ya estaba húmeda. Ella se acercó a él y comenzó a besar su cuello, mientras acariciaba su bulto. Él se estremeció de placer y le quitó el vestido a Alice, quedando ella en bragas y sujetador. Él la besó apasionadamente y le susurró al oído su deseo de hacerla suya en ese mismo instante. Alice respondió con un gemido de deseo y ambos se lanzaron al sofá, sin poder esperar más para empezar a tener sexo.
Él comenzó lamiendo su coño, haciéndola gemir de placer. Alice se retorcía de placer, sintiendo la lengua de su novio lamiendo su clítoris y moviéndose por su vulva. Él disfrutaba del sabor de su coño y era difícil de contener su deseo de penetrarla. Pero quería hacerla disfrutar antes, así que siguió comiéndosela sin parar mientras ella gemía de placer.
Cuando Alice ya estaba a punto de llegar al orgasmo, él se detuvo y se puso encima de ella. Ella se sorprendió, pero él le sonrió y le dijo que era su turno de complacerlo con una mamada. Alice obedeció gustosa, agarrándole la polla y metiéndosela en la boca. Él disfrutó cómo su novia le chupaba la polla, mientras le acariciaba los huevos y movía sus caderas. Ella sabía que le estaba gustando y eso la excitaba aún más. Así que siguió mamándosela hasta que él casi se corría en su boca.
Él la detuvo justo a tiempo y la miró a los ojos, preguntándole si estaba lista para el siguiente paso. Alice asintió con la cabeza y se colocó en posición, ofreciéndole su coño húmedo y caliente. Él se acercó y comenzó a penetrarla lentamente


