Codey Steele impone su autoridad de manera muy personal
12En un hogar de detención para jóvenes mujeres que requieren una disciplina más estricta que la que pueden recibir en sus hogares, Codey Steele es el encargado de mantener el orden. Alina López y su amiga Kenzie Madison son dos de las residentes, pero ninguna ha dejado atrás sus comportamientos rebeldes. Un día, mientras Kenzie intenta satisfacer sus deseos, Codey irrumpe en la escena. Ante la sorpresa, Kenzie esconde el contrabando en su brasier, pero Codey, decidido, afirma que debe realizar un cacheo para descubrir qué ocurre. Alina, confiada al no tener nada que esconder, decide desnudarse voluntariamente sin dilación.
En ese momento, Kenzie revela la verdad. Codey, listo para sancionarlas a ambas, se encuentra con la determinación de Alina, quien, ya casi desnuda, se acerca con seguridad y señala el bulto visible en la entrepierna de Codey, sugiriendo un acuerdo mutuamente beneficioso. Kenzie, incómoda, no desea participar, pero Codey le pide que se quede y observe cómo Alina se ocupa de él. La pasión de Alina por el miembro de Codey es intensa, y pronto él cede ante su insistencia, dejándose llevar por el deseo.
Pronto, Codey penetra profundamente en Alina, quien recibe cada embestida con ansia en posición de perro. Luego, Alina se coloca sobre su espalda, permitiendo que Codey continúe con su ritmo apasionado. Finalmente, ella toma la delantera, montándolo con una energía salvaje, como una cowgirl sin frenos. Cuando Alina recibe el fluido de Codey en su boca, él decide no sancionarla a ella, pero sí a Kenzie.


 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	 
																	
 
																	 
																	 
																	 
																	 
