Savannah Sixx y su Juego Perverso con su Hermanastro Tyler Nixon

Savannah Sixx cree que puede hacer lo que quiera con su hermanastro Tyler Nixon y que su padre Chris Valiant siempre culpará a Tyler. Así que cuando tiene la oportunidad, se aprovecha de él. Para comenzar, decide lavar los ventanales con un diminuto short y una camisa blanca, que se vuelve transparente cuando se moja. Tyler no puede apartar la vista del cuerpo de Savannah, especialmente de su pecho. Cuando nota que su hermanastro tiene una erección, Savannah entra en la casa con la intención de tocarla. El momento en que Tyler deja de resistirse a sus avances, Savannah lo llama un pervertido y lo delata ante Chris.

Más tarde, Tyler está en la piscina cuando Savannah se une a él. Ella sabe que su padre duerme en la terraza, por lo que tiene la oportunidad perfecta de volver a molestar a Tyler. Se quita el diminuto bikini y lo seduce con sus atributos. Esta vez, Tyler evita volver a meterse en problemas por culpa de los juegos de su hermanastra, pero suerte se le acaba cuando Savannah redobla la apuesta. Ella se acerca a Tyler mientras él está haciendo sus tareas y le hace saber que no aceptará un no por respuesta, mientras sube su minifalda y comienza a masturbarse frente a él.

Tyler ya no puede resistirse más y permite que Savannah se impale en su polla mientras él se queda sentado en la silla. Al final de la cabalgada, Savannah se arrodilla para masturbar a Tyler mientras lo chupa. Un encuentro de teta mantiene el interés de él, mientras que Savannah se pone de pie y se inclina sobre la mesa, para que Tyler pueda follarla por detrás. Saltando sobre la silla, para que Tyler pueda continuar dándole placer a su ávida vagina, Savannah se hace cada vez más ruidosa con cada embestida. Tyler está a punto de correrse sobre la hilera de pelos púbicos de Savannah, cuando Chris entra para investigar el alboroto. Lo que Chris encuentra es a sus dos hijos desnudos y enredados juntos, en un momento de pasión y placer intenso.